Las costumbres en la sauna
La sauna tiene una historia larga y variada en la cultura finlandesa. Pese a ello, las costumbres relacionadas con la sauna se han mantenido casi constantes, aunque naturalmente las creencias ya no son las mismas hoy en día. Ya no es necesario tener miedo en la sauna por una posible venganza del diablo o del gnomo de la sauna aunque cometas un pequeño error, como por ejemplo elevar el tono de la voz o soltar algún taco mientras estás en la sauna.
Para los finlandeses, la sauna forma una parte esencial de la vida, tan importante como comer o dormir – se calienta la sauna después de un duro día de trabajo, para celebrar el fin de semana, después de pasar el día fuera cuando hace mucho frío, o cuando los amigos vienen de visita. Darse una sauna viene bien en todas las situaciones y el factor más importante es disfrutar y relajarse. Todos tienen sus propias costumbres para disfrutar del vapor, pero allá van algunos consejos para un placentero momento en la sauna:
1. Dúchate antes de entrar en la sauna. La ducha limpia y refresca tu cuerpo – ¡y ya puedes pasar al calor de la sauna!
2. Tradicionalmente en la sauna no se utiliza bañador. Si se trata de una sauna mixta entre hombres y mujeres, puedes envolverte en una toalla, si quieres. Si prefieres estar desnudo, acuérdate de utilizar el pequeño paño debajo de tu trasero por razones de higiene.
Los novatos pueden dudar a la hora de desnudarse para ir a la sauna. No obstante, muchas de las saunas finlandesas no son saunas mixtas, sino que por ejemplo en las piscinas, hoteles y gimnasios hay saunas separadas para hombres y mujeres. Si en un espacio público solamente hay una sauna, se utiliza por turnos para hombres y mujeres por separado.
3. El objetivo en la sauna es empezar a sudar. Quédate en la sauna unos 10-15 minutos para que empieces a sudar. El equilibrio de humedad en la sauna se regula echando agua sobre las piedras. Si el ambiente parece demasiado seco, coge el cazo y echa un poco de agua sobre las piedras de la estufa. Antes de entusiasmarte demasiado y empezar a echar agua, acuérdate de preguntar a la gente que está contigo en la sauna, si les parece bien un poco más de vapor.
4. Entre vapor y vapor es importante refrescarte – después de romper a sudar, tu cuerpo está deseando sentir algo de frescor. Una buena forma para refrescarte es darte una ducha fría, o si es posible, darte un chapuzón en el lago o en el mar. Durante el invierno los bañistas más temerarios se dan un chapuzón en un agujero hecho en el hielo del lago, o van rodando por la nieve.
5. Después de refrescarte, puedes tomarte un vaso de agua fresca, cerveza fría o volver otra vez para dentro de la sauna.
6. Dale tiempo a tu cuerpo para enfriarse entre vapor y vapor. Después de terminar en la sauna, lávate en la ducha caliente y ¡ya puedes disfrutar de lo bien que te sientes después de la sauna!
7. Como guinda del pastel, la experiencia en la sauna finaliza con buena comida y bebida. Después de haber sudado es recomendable cuidar tu equilibrio de líquidos y sales: bebe mucho líquido y disfruta de los tradicionales manjares finlandeses, ¡las salchichas para la sauna! Puedes asarlas de forma práctica en una bolsa especial o envoltorio de papel de aluminio que se coloca encima de la estufa de la sauna. Disfrutar de esta comida caliente con mostaza y ketchup después de darte una sauna es toda una delicia. Con la salchicha entra bien una buena cerveza – varias de las fábricas de cerveza finlandesas ofrecen cervezas especiales para la sauna.
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Historia de la sauna
Las saunas finlandesas más antiguas datan de hace más de 10.000 años, de la edad de la piedra, cuando las saunas se construían en un hoyo cavado en el suelo.
Vocabulario
Dado que la sauna es una parte tan esencial de la vida, del bienestar y de la cultura en general, hasta tiene su propia terminología.