Historia de la sauna
Las saunas finlandesas más antiguas datan de hace más de 10.000 años, de la edad de la piedra, cuando las saunas se construían en un hoyo cavado en el suelo.

En el fondo del hoyo se amontonaban piedras, y alrededor del hoyo se construía una estructura de listones que se cubrían por ejemplo con corteza del árbol o con pieles. Encima de las piedras calientes se echaba agua, que producía vapor caliente y calentaba la estructura. Este tipo de saunas construidas en hoyos se ajustaba bien al estilo de vida nómada de nuestros ancestros: cada vez que cambiaban de asentamiento, podían construir una nueva sauna con facilidad. Las saunas construidas en hoyos ya son historia, pero hoy en día existe una solución moderna que funciona con el mismo principio: las saunas en tiendas de campaña.
En la edad del bronce las saunas salieron de los hoyos a la superficie. Cuando la agricultura se fue extendiendo, la población se convirtió en más sedentaria y las saunas comenzaron a evolucionar hacia su formato actual. La sauna tuvo paredes, y los materiales del techo eran los troncos de madera y la turba. Al lado de la puerta se amontonaban piedras que se calentaban, y esta sauna primitiva tenía hasta bancos. Esta sauna ancestral no tenía suelo, las paredes se colocaban directamente sobre la tierra.
Hacia finales de la edad del hierro la evolución de la sauna dio un paso de gigante – en aquellos tiempos nuestros ancestros ya disfrutaban de la sauna de humo. Cuando la habilidad de construir de troncos de madera se fue evolucionando, las saunas construidos en hoyos desaparecieron definitivamente y las saunas se convirtieron en pequeñas cabañas construidas en la superficie. La sauna de humo se calentaba con la ayuda de las piedras amontonadas, y podían tardar incluso diez horas en calentar la sauna. Después de alcanzar la temperatura adecuada, esos montones de piedras mantenían la sauna caliente durante varias horas. Las suaves oleadas de vapor de una sauna de humo también son de agrado de los bañistas modernos, aunque existen menos saunas de humo que saunas de leña o eléctricas.

Aunque las antiguas saunas de humo eran muy cómodas, no eran demasiado seguras en cuanto a los incendios – la estufa que emitía humo dentro de la sauna causaba un gran riesgo de incendios. En la Edad Media a alguien se le ocurrió colocar una chimenea en la sauna, y una estufa hecha de albañilería – y de esta forma mejoró tanto la seguridad contra incendios como la comodidad de uso. Con estas novedades las saunas de humo fueron desapareciendo poco a poco, y cada vez había más saunas tradicionales de leña junto con las casas rurales.
Cada vez aparecieron más saunas junto a las casas, y empezaron a desarrollar estufas que consumieran menos leña. Las estufas evolucionaron, ya no se calentaban cada vez que alguien quería utilizar la sauna, sino que se mantenían constantemente calientes, y así en la época de escasez de la posguerra pudieron ahorrar grandes cantidades de leña. Este tipo de estufa era la más apropiada para los usuarios más impacientes, ya que la estufa se calentaba incluso en media hora. En 1960 las estufas eléctricas empezaron a competir con las estufas de leña – y con las estufas eléctricas las saunas se pasaron desde fuera hasta dentro de las propias viviendas.
Durante su larga historia, la sauna finlandesa ha tenido una evolución muy interesante, desde la sauna en el hoyo hasta la moderna sauna eléctrica. Casi todos los hoteles, bloques de viviendas y gimnasios tienen una sauna. Junto con las saunas eléctricas instaladas en pisos de bloques de vivienda, también son muy populares las tradicionales saunas con leña, que siguen existiendo junto con las cabañas de verano de la mayoría de los finlandeses.

Creencias
La sauna y el hecho de darse una sauna siempre han estado ligados con el misticismo, las tradiciones y las creencias. Las creencias mágicas crearon muchas prohibiciones y limitaciones para la sauna – en el misticismo la sauna estaba fuertemente asociada con la vida después de la muerte y con el más allá, y por ello las reglas impuestas fueron cuidadosamente respetadas e incluso temidas. Las antiguas leyendas del pueblo dicen, que debes darte una sauna siempre de día, para que una vez caída la noche, los bancos de la sauna puedan ser ocupados por los muertos y por las misteriosas criaturas del más allá. Sobre todo los sábados era mejor evitar darse una sauna después de las seis de la tarde, para que los bañistas incautos no fueran despellejados por el diablo.
En la época precristiana se celebraban las fiestas de vendimia, «kekri», y uno de los acontecimientos más importantes de las fiestas era calentar la sauna para la visita de los difuntos de la familia. Durante esas fiestas de vendimia, en la sauna se debía mantener el silencio para no molestar a los difuntos.
Además de las creencias sobrenaturales también se creía que la sauna tenía efectos sanadores – Väinämöinen, el héroe de la epopeya finlandesa Kalevala, curaba enfermedades con la fuerza milagrosa de la sauna. Antiguamente la sauna era como un hospital, donde se intentaba eliminar las enfermedades lavando a las personas con diferentes hierbas – acompañadas con hechizos y rituales. Uno de los rituales más conocidos era ahuyentar la enfermedad golpeando al paciente con manojos de ramas.
Al entrar en la sauna, se murmuraban hechizos cuyo propósito era eliminar dolores, curar enfermedades y aumentar la fertilidad. Aunque los hechizos se han quedado en la historia, se sigue creyendo en los beneficios que tiene la sauna para la salud – de hecho, han sido científicamente comprobados en varias ocasiones.

Gnomo de la sauna
Los gnomos de la sauna son seres pequeños, con aspecto humano, con raíces profundas en el folclore finlandés. Antiguamente se creía que todas las saunas tenían su propio espíritu protector, un gnomo de la sauna. En la mitología finlandesa el gnomo de la sauna está siempre teñido de negro por el hollín, ya que antiguamente sólo había saunas de humo.
Hoy en día el gnomo de la sauna, ese pequeño hombrecito que se esconde debajo de los bancos de la sauna, es algo positivo. Pero no siempre fue así, ya que según el folclore los gnomos se ocupaban de la sauna imponiendo unas estrictas reglas y límites de cómo darse una sauna y cómo comportarse en la sauna. Si alguien osaba rebelarse contra las reglas del gnomo de la sauna, le podían sancionar fuertemente – el gnomo podía incendiar la sauna hasta quemarla, o sancionar al infractor físicamente. Por ello la actitud hacia el gnomo de la sauna era de respeto entremezclado con el miedo, y en la sauna todo el mundo actuaba y se comportaba según las reglas, silenciosa y respetuosamente, dejando también algún manjar para el gnomo. Si la gente respetaba las reglas, el gnomo les premiaba cuidando de la sauna y garantizándoles felicidad y prosperidad.
Aunque la fe en el gnomo de la sauna era muy fuerte, pocos pudieron verle – el gnomo de la sauna sabía cómo esconderse. Por otro lado, si por error te topabas con el gnomo, solía ser un mal augurio. Si el gnomo se dejaba ver, se creía que era señal de mal mantenimiento de la sauna, y un augurio de un posible incendio.

Uso de los manojos de ramas
Para el gran asombro de los extranjeros, los finlandeses tienen la costumbre de atar un manojo de ramas de abedul, y mientras se dan una sauna, se golpean a ellos mismos o a sus compañeros por todo el cuerpo con este manojo, conocido con el nombre de «vasta» o «vihta». Esto forma parte de la cultura finlandesa de la sauna, y según muchos finlandeses, darse una sauna sin el manojo de ramas abedul es como comer empanadillas de Carelia sin la mantequilla de huevo. A lo largo de toda la historia se ha considerado que darse golpecitos con el manojo de ramas es saludable, y según los estudios alivia los dolores musculares y articulares gracias a los aceites esenciales que se van liberando desde las hojas de abedul. Esos golpecitos también aceleran la circulación superficial de sangre de la piel y elimina las células muertas haciendo que la piel se resplandezca. Además de sus efectos saludables, el uso de los manojos de ramas libera una maravillosa aroma de hojas de abedul, que aumenta aún más el disfrute global de darse una sauna.
Fuentes: La información incluida en el artículo ha sido recopilada de diferentes fuentes. Entre otros, libro de Pekka E. Tommila ” Suomalaisen saunan rakentaminen” («Cómo construir una sauna finlandesa» y el artículo “Saunatonttu” («Gnomo de la sauna»), Yle Prisma Studio/ Sakari Silvola “https://areena.yle.fi/1-1299702”, karjalantutkimuslaitos.blogspot.fi, edu.fi, wikipedia.fi, sauna.fi, saunologia.fi
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